📝    HISTORIA EN BREVE

  • Hace poco, un estudio reciente encontró niveles elevados de PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) en la sangre de perros y caballos de una comunidad de Carolina del Norte
  • De manera curiosa, no solo se encontraron residuos de PFAS en perros que bebían agua del grifo y de otras fuentes, sino también en perros que solo bebían agua embotellada
  • Los resultados del estudio establecieron que los caballos son una especie centinela. Además, este estudio abre la puerta a otras investigaciones sobre la relación entre la exposición a las PFAS y la función hepática y renal en perros y caballos
  • En 2022, el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) publicó un informe que demuestra la presencia, en algunos casos en niveles elevados, de PFAS en bolsas de comida para mascotas, además, estas sustancias son muy comunes en el medio ambiente, y cuando los humanos y los animales las absorben, pueden permanecen en sus cuerpos durante muchos años o incluso, para siempre
  • En 2020, los investigadores encontraron residuos de PFAS en niveles que sugieren exposiciones por encima del nivel de riesgo mínimo en las heces de perros y gatos del estado de Nueva York
  • Hay varias estrategias que puedes implementar para limitar la exposición de tu familia a estas sustancias, y también considera otras medidas para reducir la carga química de tu compañero peludo

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Hace poco, los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NC State) descubrieron niveles elevados de PFAS (sustancias perfluoroalquiladas) en la sangre de perros y caballos en Gray's Creek, Carolina del Norte.  1

Si eres lector regular de este sitio, es probable que ya sepas que las PFAS son sustancias químicas que podrían ser tóxicas y que se utilizan para fabricar miles de productos, desde municiones, pasto artificial, cuerdas para escalar y cuerdas de guitarra hasta bolsas de comida para mascotas (para ayudar a "resistir la humedad, las grasas y aceites y mantener frescos los productos"). 2

Las PFAS pertenecen a una familia de más de 3000 estructuras de sustancias químicas fluoradas que se utilizan en procesos industriales y productos de consumo. 3 De hecho, estas sustancias químicas son tan comunes que están presentes en el medio ambiente, el aire, el polvo doméstico, los alimentos, el suelo, la superficie y el agua potable. De acuerdo con una revista de la industria de alimentos para mascotas: 

"además de estar en todos lados, hay otro problema importante y es que las PFAS tardan mucho en descomponerse en el medio ambiente y en el cuerpo de los animales. Cuando las personas y los animales las absorben, estas sustancias químicas permanecen en su cuerpo durante muchos años y en ocasiones, para toda la vida".4

Estas son algunas de las conclusiones más importantes del estudio de NC State, que se publicó en junio en la revista Environmental Science and Technology:5

  • No solo se encontraros residuos de PFAS en perros que bebían agua del grifo y de otras fuentes, sino también en perros que solo bebían agua embotellada.
  • También se estableció que los caballos son una especie centinela (animales que pueden utilizarse para detectar riesgos para los humanos al proporcionar advertencias anticipadas de un peligro).
  • Los resultados de este estudio abren la puerta a otras investigaciones sobre la relación entre la exposición a las PFAS y la función hepática y renal en perros y caballos.

Los perros y caballos tenían residuos de más de 20 sustancias químicas eternas

El estudio se realizó a petición de los residentes de Gray's Creek porque les preocupaba el bienestar de sus animales. En este estudio participaron 31 perros y 32 caballos de la localidad. Todos los hogares tenían agua de pozo, por lo que inspectores estatales analizaron todos los pozos y los resultados revelaron que contenían residuos de PFAS.

Todos los perros y caballos se sometieron a un examen veterinario y se analizó su suero sanguíneo para detectar 33 PFAS diferentes que se encontraron en la cuenca del río Cape Fear. De la lista de 33 PFAS, los investigadores encontraron residuos de 20 PFAS diferentes en los animales. A los 63 se les detectó al menos una sustancia química en el suero sanguíneo, y a más del 50 % de los perros y caballos se les detectaron al menos 12 de las 20 en total, y según los hallazgos:

  • Los perros tuvieron mayores concentraciones de PFOS, que son las PFAS de cadena larga con un historial de uso en productos industriales y comerciales.
  • También se encontró ácido perfluorosulfónico PFHxS, que se utiliza en productos de consumo y espumas contra incendios, en perros, pero no en caballos.
  • Además, se encontraron algunas PFAS que contienen éter, como el HFPO-DA, pero solo en perros y caballos que bebieron agua de pozo.
  • En los perros que bebieron agua de pozo, las concentraciones medias de dos PFAS, PFOS y PFHxS, fueron similares a las de los niños en un estudio previo, lo que sugiere que las mascotas podrían servir como un indicador importante de la contaminación por PFAS en un hogar.
  • Los perros que solo bebían agua embotellada tenían diferentes tipos de PFAS en su suero sanguíneo, pero 16 de los 20 PFAS que se detectaron en este estudio fueron entre perros que bebían agua embotellada.
  • En general, los caballos tenían menores concentraciones de PFAS que los perros, pero en el caso del NBP2 (un subproducto de la fabricación de fluoroquímicos), la concentración fue mayor, lo que sugiere que la contaminación del exterior, quiza por las PFAS en el forraje, causó esta exposición.

La exposición a PFAS afecta la función del hígado y los riñones

Según Kylie Rock, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en NC State:

"es la primera vez que se utilizan caballos para analizar la exposición a las PFAS, ya que pueden proporcionar información muy importante sobre las vías de exposición del ambiente exterior cuando viven muy cerca de fuentes de contaminación conocidas".6

Los paneles de química sanguínea de los animales mostraron cambios en los biomarcadores de diagnóstico que se utilizaron para medir la función del hígado y los riñones. El hígado y los riñones en humanos suelen ser los órganos que más dañan las PFAS.

"Aunque, en general, las exposiciones que encontramos fueron bajas, observamos diferencias en la concentración y composición entre los animales que viven en interiores y exteriores", dijo Scott Belcher (coautor del estudio y profesor asociado de biología en NC State) para NC State News. 7

"El hecho de que algunas de las concentraciones en los perros sean similares a las de los niños confirman el hecho de que los perros son centinelas importantes para analizar el impacto de estos contaminantes en los hogares. Además, el hecho de que las PFAS también afecten a animales que no beben agua de pozo apunta a otras fuentes de contaminación dentro de los hogares, como el polvo o los alimentos".

Una fuente importante de exposición entre las mascotas

En 2022, un análisis del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG), detectó PFAS (PFBA, PFPeA, PFHxA, PFHpA, x62FTCA, x62diPAP y PFPrA) en 11 paquetes de alimentos para mascotas de 7 marcas que se venden en Walmart y otras tiendas minoristas. 8

Aunque la industria de alimentos ultraprocesados ​​para mascotas afirma que, "no se han detectado PFAS en los alimentos para mascotas",9 el informe del EWG indica que:

"aunque nuestra investigación encontró rastros de PFAS en las bolsas de comida para mascotas, creemos que no afectó el alimento.

Pero, otra investigación determinó que es posible que las PFAS en los empaques contaminen el alimento que contienen, lo que pondría a las familias y a sus miembros de cuatro patas en mayor riesgo".10

El EWG contrató a un laboratorio certificado e independiente para realizar análisis de flúor total (en partes por millón/ppm), ya que su presencia indica que podria haber PFAS (pero no los tipos específicos y en partes por billón/ppb). 

Las muestras de heces de mascotas contenían residuos de PFAS

Aunque el EWG no llegó a la conclusión de que las PFAS de los empaques del alimento para mascotas afecten el alimento, esta no es la única fuente de exposición de las mascotas a estas toxinas.

Por ejemplo, en 2020, los investigadores encontraron residuos de PFAS en niveles que sugieren exposiciones por encima del nivel de riesgo mínimo en las heces de perros y gatos del estado de Nueva York. 11 Además, este nivel de exposición en las mascotas también podría afectar a sus dueños.

Para el estudio, que se publicó en la revista Environmental Science & Technology Letters,12 los investigadores analizaron 15 PFAS diferentes en 78 muestras de heces de perros y gatos a través de una cromatografía líquida de alto rendimiento y espectrometría de masas en tándem. Detectaron 13 PFAS diferentes en las muestras, las más comunes en gatos y perros fueron los ácidos perfluorocarboxílicos de cadena más larga.

Los investigadores descubrieron que, para los tres compuestos (ácido perfluorooctanoico, PFOA; ácido perfluorononanoico, PFNA; y ácido perfluorooctanosulfónico, PFOS) y para el total de PFAS, los niveles de exposición estimados estaban por encima de los niveles de riesgo mínimos que establece la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades. Dado que las mascotas no viven solas, se puede asumir que los demás miembros de la familia también tienen cierto nivel de exposición.

Estrategias para proteger a toda la familia de la exposición a las PFAS

Lo mejor que puedes hacer es evitar todos los productos que contengan o se fabriquen con PFAS, que solían conocerse como perfluoroquímicos (PFC), y que incluyen productos antimanchas, impermeables o antiadherentes. Según el Grupo de Trabajo Ambiental:13

  • Busca productos sin tratar y evitar los repelentes de manchas en alfombras y muebles nuevos
  • Consume menos comida rápida y sodas, ya que estos alimentos vienen en contenedores que se tratan con PFC/PFAS
  • Cuando compres equipo para actividades al aire libre, elije ropa que no tenga etiquetas de Gore-Tex o Teflón, y ten cuidado con todas las telas que se etiquetan como repelentes de manchas o agua
  • Evita los sartenes y utensilios de cocina antiadherentes; y mejor elige productos de acero inoxidable o hierro fundido
  • Haz palomitas de maíz en la estufa, ya que las bolsas para microondas suelen contener PFC/PFAS
  • Elije productos de cuidado personal sin ingredientes "PTFE" o "fluoro" y evita el hilo dental Oral-B Glide, que se fabrica con Gore-Tex.

Más consejos para proteger tu mascota de las amenazas químicas

  • Dale chlorella, ya que ayudará a tu mascota a eliminar las PFAS de su sistema.  Aquí encontrarás más estrategias para desintoxicar el cuerpo de tu mascota.
  • Filtra el agua potable para eliminar contaminantes como PFAS, así como fluoruro, cloro, metales pesados ​​y más. El agua del grifo contiene minerales, metales, químicos y otras sustancias que pueden dañar a tu mascota.
  • Minimiza la exposición a los contaminantes y productos químicos del exterior y evita que tu mascota se acerque a las áreas que contengan muchos pesticidas, herbicidas o fertilizantes. Si a tu mascota le gusta comer pasto u otra vegetación del aire libre, asegúrate de que no sea pasto que se fumigue con sustancias químicas. Si no sabes con certeza a qué se expuso tu mascota o si sospechas que algo le irritó la piel, lava sus patas cuando la lleves a casa. Cuando se trata de su carga química, esta sencilla estrategia puede hacer toda la diferencia. Cambia los productos para el cuidado natural del césped de tu casa.
  • Mejora la calidad del aire al interior de los espacios donde se encuentre tu mascota, por ejemplo, evita fumar dentro del hogar y solo utiliza productos de limpieza que no sean tóxicos. Evita los productos aromatizantes, ya que contienen muchas sustancias químicas, y se sabe que causan o empeoran los problemas respiratorios como el asma, tanto en personas como en mascotas. También considera invertir en un purificador de aire para controlar los ácaros del polvo.
  • De ser posible, compra una cama para mascotas que sea orgánica, no contenga sustancias químicas y que indique que contiene fibras 100 % naturales y que no está tratada con químicos.

No le administres ninguna sustancia química (por ejemplo, pesticidas contra pulgas, garrapatas y gusanos del corazón que se aplican durante todo el año y podrían ser innecesarios), ni una vez al mes, ni dos veces al año. Solicita pruebas de detección de enfermedades transmitidas por garrapatas y exámenes fecales de rutina. Utiliza preventivos químicos de plagas y parásitos solo cuando sea necesario y durante el tiempo mínimo para proteger a tu mascota. Busca alternativas seguras y naturales a estos preventivos químicos.